domingo, 22 de agosto de 2010

y ese libro que me encontré; resulta que ahora no me extraña que estuviera en la basura

pues no va el tío y empieza contando que va recorriendo el mundo así en plan

-hola buenas, me llamo Richard y voy buscando mi alma gemela. me preguntaba si eras tú, por casualidad...

y que en ésas andaba cuando su agente literario le llamó para comunicarle que se había forrado como consecuencia de su libro anterior (espero que mejor que los dos primeros capítulos de éste)

forrado pero mucho, lo que se dice ser rico: no tener que preocuparse más por el dinero. y lo primero que hace el menda es ir a una biblioteca a ver si encuentra un libro del tipo 'como manejar una fortuna inesperada' mientras sigue escrutando dónde está su alma gemela.

bueno. no he leído mucho más. dice que lo que cuenta es autobiográfico así que me fui a la wikipedia.

se casó tres veces este hombre, una de ellas con la mujer a la que se supone que va a conocer a lo largo de este libro. así que lo del alma gemela es un poco tururú. bueno, se pueden tener varias en esta vida según el cursi de Coelho.

cursiladas. no puedo con esas cursiladas. Las Nueve Revelaciones, El Secreto, no tengo paciencia. autoayuda camuflada en novelita ligera.

almas gemelas...me parece que yo una vez creí en ellas, hace una eternidad. pero son chorradas. también creí en los reyes magos.

un capullo recorriendo el mundo buscando en la mirada a su alma gemela. ¿alguien igual que él? ¿se puede ser más egocéntrico?

creemos que hemos inventado el amor, pero las mejores historias de amor se escribieron hace más de veinte siglos, veinticinco, treinta, y su origen se pierde en la noche de los tiempos.

Odiseo (el de pensamientos complicados), vuelve a Penélope, (la de hermosas trenzas) y ella le ha esperado veinte años. Los diez años que dura la guerra y los diez que tarda en volver. Aferrada a la esperanza de una duda: que esté vivo. Él habría podido quedarse tan ricamente con Calipso (divina entre las diosas) pero no. Siempre quiere volver a su tierra, a su casa, a su cama. Ella habría podido casarse con cualquier pretendiente, pero no le da la gana. Y los dioses (que viven por siempre) acaban apiadándose de él y le permiten volver, no sin antes putearle enormemente.
Historias con sustancia. Luchas, dificultades, lealtad. Eso es amor; lo que hace que Atenea, la de los ojos brillantes, sonría cómplice y les conceda una noche que dura tres días.