domingo, 5 de diciembre de 2010

el frío


pensaba qué largo se me está haciendo este invierno y entonces me he dado cuenta de que todavía ni siquiera es invierno.

como mínimo quedan cuatro meses de frío y no sé cómo lo voy a soportar. creo que todos los años estoy en este punto: no sé cómo lo soportaré.

esta casa sin calefacción y mal aislada no me dará tregua: el agua caliente flaqueará cuando me duche a las siete de la mañana, los radiadores se quedarán cortos, siempre se quedarán cortos para mi frío. mis huesos temblarán; nunca consigo hacer acopio de carne para el invierno.

normalmente sobrevivo, pero siempre hay un punto en que creo que no lo aguantaré. que pienso en quedarme hibernando, que lo que pasa en la calle no va conmigo, que me iré a vivir a un sitio más cálido, que tal vez este invierno venga menos duro; pero siempre es igual de largo (nueve meses de invierno y tres de infierno: eso es madrid) y mi cama igual de grande, y mis sábanas de franela abrigan pero las muy ariscas no aprenden a abrazar


-el frío, maldito sea. el frío no es una cifra bajo cero en el termómetro; es un desolador estado del alma-