lunes, 3 de octubre de 2011

reptiles de sangre caliente

digamos que anoche observé que una polilla se posaba tranquilamente en el cristal de mi ventana

es su fin, pensé, Claudio y Claudia tardarán menos de dos segundos en devorarla. pero no. la polilla se paseaba tranquilamente de un lado a otro y nadie la cazaba.

 al poco, escucho una carrera de piececitos de saurio y miro, convencida de que la polilla está siendo interceptada por mis guardianes, pero no: aparece claudio persiguiendo a claudia, poniéndose violentamente sobre ella, aplastando su cuerpecillo contra el cristal.

pienso que tal vez no es claudia, que puede que sea un macho rival, pero me acerco y no hay duda: es claudio inmovilizando a claudia, hay cuatro patas en amasijo reptiliano y cuando me fijo de más cerca veo que claudio está mordiendo a claudia.

me temo lo peor: ignoro si los lagartos pueden ser agresivos con su pareja, o si al llegar el frío pueden desarrollar caníbales comportamientos de 'sálvese quien pueda'. desde luego me cuesta creer que el lagarto cariñoso que llevo conociendo todos estos meses se haya convertido de buenas a primeras en un sádico cabrón, pero lo que veo es muy impactante.

busco en internet acerca del comportamiento sexual de los lagartos tipo salamanquesa, y encuentro que la cópula suele ser brusca y el macho suele morder a la hembra. me quedo relativamente tranquila. vídeos de porno reptiliano como este impresionante testimonio gráfico aclaran la cuestión. aunque a estos se les ve cohibidos (normal: el cautiverio, y sentirse observado y ser grabado, joder qué palo)  comparado con el sexo hardcore que vi anoche.

no entiendo qué hacen dos lagartos muriéndose de pasión fuera de la época reproductiva, y la única explicación que encuentro es que debe ser amor. al fin y al cabo llevan casi medio año juntos ahí, en mi ventana.

su quietud estalla en una explosión de movimiento traducido en nueva persecución que les lleva más allá de los límites de mi terracita.

y pienso en esos mordiscos y en si claudia aparecerá hoy con la marca de la mandíbula de claudio en su cuello. comparto con mi lagarta preferida una perla de sabiduría vital: esas marcas, pequeña claudia, esas marcas sólo pueden ser o porque te tratan muy mal, o porque te follan muy bien.