martes, 3 de enero de 2012

El violinista en el suburbano o mi concierto de año nuevo



Ya le había visto otras veces, siempre en el metro de Canal, con su gran sonrisa y su impecable estilo, ya me había llamado la atención su cartel de 'música barroca' y su entusiasmo y su profesionalidad y esta mañana le encontré en una estación distinta. Subía por las escaleras mecánicas y ya se escuchaba la música y yo iba pensando que quien fuera tocaba de la misma manera que él, y entonces giré la esquina y era él, te conocí, yo sin oído musical, te conocí por la manera de tocar, el violinista de la gran sonrisa también me reconoce. No tengo prisa. Me quedo a escucharle, no deja de sonreír, acaba la canción, aplaudo, le doy monedas, me besa la mano. Le digo que es un lujo escucharle. Que me quedo otra canción. Me pregunta si tengo prisa y no no tengo y dice que le gustaría tocar un concierto de Bach para mí. Que lo ha tocado en otros países, en otros tiempos, si Vasile te cuenta su historia te pones triste, buena persona y mala suerte, historia para llorar, pero no importa ahora, Vasile toca, muestro concierto de Bach para ti. Porque escuchas con el corazón y sabes que toco con el corazón, con el alma.

y entonces




y la gente pasaba de largo y yo tenía un concierto así sólo para mí en vivo y en directo

y pasaba gente con auriculares y también mucha gente que le daba monedas y siempre daba las gracias con una reverencia y luego terminó y yo aplaudí y él me dijo tú deberías aprender a tocar el violín, tienes figura, tendrías buena postura, si tienes buena postura eso es todo y yo dije soy zurda y no tengo oído musical y dijo no importa, yo soy profesor de violín, yo enseñé a zurdos, pondré las cuerdas al revés para ti, sólo prueba un mes, dos meses se sabe si te gusta y si puedes, si tienes buena postura. se puede tocar de memoria, yo todo toco de memoria, todo todo. Me llamas y pruebas. Nada de dinero, dinero hace enfadar a Vasile.

quién sabe. quizá pronto. quizá si empiezo ahora, a los cincuenta pueda tocar algo. violín. es precioso. puedo probar. y si soy tan torpe como creo, al menos puedo ir a los conciertos de Vasile de cuando en cuando.

Y me fui llena de música y él siguió tocando música barroca con su gran sonrisa.