martes, 21 de agosto de 2012

cualquier noche de estas - II

puede que hoy.
hace seis años que vine a vivir a esta casa, por todos conocida como la Casita de Colores.
casualidades: al igual que el año pasado y que la noche que dormí aquí por primera vez, estas noches estoy sola.

entonces no era de colores. 'entonces' comienza, creo que por primera vez, a parecerme mucho tiempo.
parece que de los veintidós a los veintiocho no es taaanto tiempo. pero cuando pienso que es el mismo tiempo que entre los doce y los dieciocho, entonces parece una eternidad. una adolescencia entera. mi segunda adolescencia.

ahora parece mucho tiempo y lo es: he sobrevivido a mis caseros.
hace años murió él y hace meses ella.

he sobrevivido a varios vecinos. y es triste. es lo que pasa cuando tus vecinos son tan mayores. algún día hablaré del señor Nicolás.
también he visto crecer a Slavi. eso es bonito.
he tenido catorce compañeros de piso. he compartido mucho mi vida. a veces ya creía estar en mi casa y de pronto me he sentido extraña. otras muchas veces este ha sido mi hogar.
ha habido fiestas, calma, borracheras, resacas, alegrías y desengaños.
he sobrevivido y hemos sobrevivido aquí a varios amores y desamores.
y muchas averías.
como la vez que buscábamos compañero de piso mientras había un agujero de dos palmos en medio de la pared de la cocina -que tapábamos con un cuadro pintado por Marcelo, qué él quería destruir y a mí me encanta- que comunicaba con la del vecino, consecuencia de una tubería rota.
muchas reparaciones.
esta casa tiene más cicatrices que yo. tiene muchas historias. al principio pensé que estaría un año, dos. a veces he mirado otras casas para irme. al final siempre me quedé.
nunca me he arrepentido.

las vistas a la sierra que hay desde la terraza, el parque debajo, con sus gatos callejeros, la gata negra que siempre viene al portal y a la que siempre echamos de comer, los pájaros verdes casiloros que tienen colonizado el parque y cantan a todo volumen, las ardillas que corretean por las mañanas. toda la gente buena que conozco aquí.

Iris se fue. Carmelo y Cobi el Cobayo se fueron.
mi nueva compi está pasando unos días con su novio y hay otra por llegar.

y yo creo que estoy cerrando un ciclo aquí. que poco a poco estoy empezando a irme de esta casa. no me iré antes de que hibernen los dragones. me gustaría saber que tendrán suficiente luz las noches del verano que viene. busco un relevo para ella. porque los achaques no eran culpa suya. y ya casi todo lo que se podía romper -toquemos madera- se rompió y arregló. ha sido y está siendo una buena casa. pero siempre supe que era temporal. nunca pensé cuánto tiempo, pero tampoco pensé que iba a ser tanto.

y pasa. parece que no tanto, pero pasa,

-el tiempo-

y él

sucede.