jueves, 17 de enero de 2013

Noches de Diablos

Los Diablos Azules es ese pedazo de bar donde cada miércoles hay un escritor invitado que lee textos y propone una frase al público, que debe incluirla en el relato que escribirá cada cual y que luego subirá a leer al escenario para intentar llevarse el premio. Y para pasarlo bien, sobre todo para pasarlo bien. Echar unas risas y sacar punta al ingenio. Anoche fue una noche de mucho nivel entre los relatos. La verdad es que la frase era de lo más perturbadora "Mitad ángel, mitad marisco" tenía que poner en algún lado del relato. Así que, bueno, qué queréis que os diga, salí a la calle a echar humo y buscar inspiración.

No la encontré. Creo que "Mitad ángel, mitad marisco" es una frase que nunca jamás de los jamases escribiría en un relato. Así que me senté al lado de Horacio mientras él se curraba un relato de verdad, un relato cojonudo. Agarré pilot y papel y me puse a divagar. Me fui por las ramas, por las hojas, por las flores y estaba tan a gustito que el intenso olor a pescado que desprendía el bocata de calamares de una señora me hizo transcribir de manera insconciente 'pescado' por 'marisco' y salí y leí "Mitad ángel, mitad pescado" y así se ha quedado. Creo que me resulta menos chunga esa combinación que la otra.

Es divertido. Lo de que te den una frase y que cada cual se monte su película. Tan diferente cada historia como cada cabeza que la inventa. Dos docenas de minimundos en media hora. Es adictivo. No, esta vez no nos llevamos el premio. Pero lo que es ganar, siempre ganamos algo. Ahí va mi engendrito:

Mitad ángel, mitad pescado.
Sí, de ascendente en Libra y signo en Piscis.
Sí, mitad aire y mitad agua.
Las cantidades no me cuadran
si le sumo tres cuartos de fuego
y cuarto y mitad de alma.
La realidad es eso que se interpreta siempre
rigurosamente
en el sentido de mi obsesión.
Números primos. Colores nuevos. Gatos callejeros.
Algo así como una esdrújula en el llano.
Las cosas raras y el chocolate espeso.
Las drogas blandas y el sexo duro.
Mordiscos de aire puro.
Oní (ri) cofágica y espiralista.
Racimos de espinas. Ristras de besos.
Calorcito en la carne
y frío en los huesos.
Poca chicha y muchas nueces
mala bicha muchas veces
y aún así no me acostumbro.
Y aún así no me derrumbo.
Virtuosa en desatinos.
Diestra de pie,
zurda de sino.