viernes, 22 de febrero de 2013

vacaciones


hoy es el primero de  unos días de vacaciones. dicen que llovía y no se qué, pero yo podía ver el sol a través de las nubes. incluso a través del paraguas. ¿para qué tener vacaciones en febrero y en madrid? os preguntéis, tal vez, pobres mortales.
para disfrutar de madrid. en invierno. sí. para no trabajar el día de mi cumpleaños. porque odio trabajar el día de mi cumpleaños. manías de cada cual.
empecé el día con mi acción poética (junto con la gata, gracias gata)  contra los recortes:
Lady Gativa

y después de una ruta de quehaceres,  visita sin prisa a la tienda de Juan. es el rastrillo de cosas de segunda mano más bonito y lustroso de la zona. siempre hay joyitas. muebles raros. libros libros libros, montones de libros a 50 céntimos y a un euro.  y la amabilidad de Juan. la primera vez que entré en la tienda le pregunté
-Disculpe, ¿tiene libros de poesía?
-¿De poesía dices? Yo AMO la poesía. AMO LA POESÍA. ¡LA AMO! yo, cuando leo poemas, lloro. ¿Sabes?
ese es Juan. 

he sido muyyy disciplinada y, aunque he estado a punto, no he comprado ningún libro. ahí se han quedado para otra vez Tomates Verdes Fritos y Selección de cuentistas norteamericanos. a lo que no me he podido resistir es a estos cuencos de madera. los dos grandes son perfectos para sopa (mejor si es de miso) y los pequeños para la salsa de soja.  dos euros todo. adoro la tienda de Juan.


he tenido que dejarle un puñadito de fresas recién compradas de propina.

y  ahora estoy aquí, leyendo el Wen Fu, amando china y a Lu Ji.