viernes, 8 de marzo de 2013

contra los recortes (XXX) las feministas somos lo máximo

Otro viernes más y desde hace muchos, un grupo de blogueros denunciamos los recortes que nos imponen Los De Arriba. 

Hoy coincide que es viernes y que es 8 de marzo, así que le voy a dedicar la sección 'contra los recortes' a ello. El 8 de Marzo (atención al enlace: va a un site genial) significa conmemorar un día que a ninguna nos gustaría que existiera. No, las mujeres no queremos un 'día de la mujer'. Queremos lo que es nuestro.

Al igual que todas por estos lares, supongo, me he criado escuchando: "no sé de qué os quejáis, si votáis desde hace mucho". Bueno. Esto toma especial relevancia en tiempos de crisis. 

Las mujeres: la inmensa mayoría del trabajo negro, sumergido, sin contrato, precario. Las que se echan a la calle a limpiar casas ajenas en cuanto falta el dinero. Las que cuidan a los abuelitos que ya no podemos mantener en las residencias de ancianos, cada vez más caras. Las que cuidan siempre, a todos. Las hacedoras de casi todos los desayunos, comidas, meriendas y cenas de la historia de la Humanidad. Como si eso no contara. Qué ingrato es no apreciar eso. La libertad empieza por ser capaz de alimentarse, vestirse, y lavarse uno sus cosas. Eso es el mínimo de dignidad que muchos 'grandes' hombres no han tenido jamás. Es decir: Kant llegó a ser Kant porque siempre tenía la comida hecha en la mesa y porque siempre tuvo una mamá o una figura femenina que le lavara los calzoncillos y le hiciera la cama. Porque cuando uno tiene que encender el fuego para calentar agua para hacer el desayuno, la comida y la cena, y tiene que lavar la ropa SIN lavadora, y tiene que tener la casa limpia, no tiene tiempo para hacer filosofía ¿estamos? No es una cuestión de ser imbécil. Es una maldita, maldita, maldita cuestión de oportunidades. Así es como me desilusioné del imperativo categórico.

¿De qué nos quejamos? De que se intente hacer creer a la sociedad que las mujeres somos una panda de idiotas sumisas que no hicimos nada por nuestros derechos hasta el siglo XIX. ¿Antes de eso, qué? Antes de eso, nada existe. Una persona que haya estudiado hasta completar el instituto, no conocerá más nombres femeninos que Isabel La Católica, Marie Curie, Juana de Arco y tal vez Teresa de Jesús. 

Reinas, monjas y una científica 'esposa de'.

Anécdota real. Con quince años un compañero de clase me dijo: 

-Oye, dime el nombre de una pintora.
-Frida Kahlo.
-¿Quién?
-Frida Kahlo. Mexicana, casada con Diego Rivera, otro pintor. ¿Qué pasa, para qué lo quieres saber?
-Para una cosa. Pero no vale, no vale. Dime dos más.
-¿Para qué?
-Tú dímelo
-¿Eh?¿Y esas quienes eran, a ver?
-Joder, pues pintoras italianas que fueron la mega ostia. ¿Qué pasa?
-¡CONTIGO NO SE PUEDE! ¡Te iba a hacer una broma! Nadie sabe nombres de pintoras, joder, se suponía que no ibas a saber ninguna y yo te iba a decir "¿Ves cómo las mujeres no pintan nada?"
-Ahhhh, pues es verdad: CONMIGO NO SE PUEDE. Te jodes, imbécil. Apúntatelas bien, subnormal, y que no se te olviden: las mujeres pintamos mucho. 

¿Saben cómo se llega a esta situación? Es muy sencillo: borramos y/o obviamos el trabajo de todas las mujeres en todos los campos cientificos, artísticos, políticos y en general les robamos su LEGADO, su MEMORIA. Su HISTORIA CULTURAL, su HERENCIA. No tendrán modelos. No tendrán referentes. Los maestros nos encogeremos de hombros ante la pregunta de las niñas al final de cada lección de historia "¿Y las mujeres?"
-Ahhh, las mujeres...-diremos en tono paternal- las mujeres, pobrecitas, estabais oprimidas niña: no pudisteis hacer nada hasta hace cuatro días. No es culpa vuestra, las cosas eran así. Ahora sí, porque los hombres ya somos buenos y os hemos liberado, pero claro, en los libros de historia no las hay. Porque no las hubo.

Traducción: "CuartoCabezas (en alusión a su capacidad mental) opositores al sufragio femenino"


LADRONES. MENTIROSOS. COBARDES. MIEDOSOS. 

Yo fui a un colegio de chicos. Yo fui la pionera. Tuve que buscar y buscar y buscar mucho en muchos libros extraescolares para encontrar la verdad, para explicarle yo a mis profesores quiénes eran ciertas mujeres que ellos no conocían. Y para cerrar bocas. Muchas muchas bocas a lo largo de mis años allí. Delirante y ofensivo. Pero todo cambia. Internet ha mejorado también eso. Hay un acceso fácil al legado de las mujeres. Mujeres importantes de cualquier época, pioneras, valientes, guerreras y absolutamente femeninas. El robo de los referentes, de los modelos femeninos fuertes, es el Gran Robo que nos han hecho los hombres. Los que deciden quiénes entran en cada canon de conocimiento en cada época. Simplemente, quitándole importancia. Es terrible. Un genocidio de memoria histórica. 

"Una mujer, cuanto más fuerte, más femenina es"
Coco Chanel. 

Existimos desde siempre. Las locas, las montabullas, las que sabemos lo que valemos y nunca, nunca, nunca, nos dejamos callar cuando nos dicen 'vosotras no pintáis nada'. 

No odiamos a los hombres. Odiamos a los idiotas, hombres y mujeres por igual. Y es más fácil hablar desde Occidente. Sabemos que somos las afortunadas, y que 3/4 del mundo funciona de manera más jodida para nuestras congéneras. Nosotras nos acordamos y luchamos y decimos: ¿de qué nos quejamos? nos quejamos de las bodas forzadas, la reclusión, la represión, el control sexual, los crímenes de honor, la falta de derechos que pueden hacer de nuestra condición de ser mujeres un puto infierno. Por algo aleatorio como nacer en un lugar o en otro.

Luchamos, como siempre. Como desde el principio de los tiempos. Con hechos. Diciendo mil veces los nombres de las que vinieron antes. Diciéndoselo a nuestras hermanas y a nuestras hijas, para que nunca nunca los olviden y sean ellas, las fuertes, las rebeldes, sus modelos a seguir. Para que puedan cerrar la boca a cualquier imbécil, siempre. Siempre. 

Está claro que las feministas somos lo máximo. Se recomienda visitar el enlace para saber porqué esta loca histérica que seguro que está con la regla o seguro que está ovulando o seguro que le hace falta una buena polla o seguro que es una amargada o seguro que odia a los hombres hace tan atrevida afirmación.