viernes, 22 de marzo de 2013

contra los recortes (XXXII) parábola de los talentos 2.0

"Pues es como un hombre que, cuando marchó de su tierra, llamó a sus esclavos y les entregó sus bienes; y a uno le dio cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad, y se marchó de su tierra. En seguida el que había recibido cinco talentos fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. Lo mismo el de los dos, también ganó otros dos. Pero el que había recibido uno marchó a cavar en la tierra y escondió el dinero de su amo.

Después de mucho tiempo llega el amo de aquellos esclavos y revisa las cuentas con ellos. El que había recibido los cinco talentos se acercó y presentó otros cinco talentos, diciendo: 'Señor, me entregaste cinco talentos; mira, gané otros cinco talentos'. Su amo le dijo 'Bien, esclavo bueno y fiel: fuiste fiel en lo poco, te pondré al frente de mucho; entra al gozo de tu amo.' También el de los dos talentos se acercó y dijo: 'Señor, me entregaste dos talentos; mira, gané otros dos talentos.' Su amo le dijo: 'Bien, esclavo bueno y fiel: fuiste fiel en lo poco, te pondré al frente de mucho; entra al gozo de tu amo.' También el que había recibido un talento se acercó y dijo: 'Señor, supe que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y juntas donde no esparciste; y, atemorizado, fui a esconder tu talento en la tierra: mira, tienes lo tuyo.' Pero su amo le respondió así: '¡Esclavo perverso y holgazán! ¿Sabías que cosecho donde no siembro y junto de donde no esparcí? Entonces tenías que haber entregado mi dinero a los banqueros, y yo al llegar habría recobrado lo mío con los intereses. Así que quitadle el talento y dádselo al que tiene los diez. Pues a todo el que tiene se le dará y andará sobrado; pero al que no tiene, aún lo que tiene se le quitará. Y al esclavo inútil echadlo a la oscuridad de afuera; allí estará el llanto y el rechinar de los dientes."

Mateo 25, 14-30.

"Pues es como un SuperAmo o algo así, que llamó a sus esclavos y les prestó sus bienes: y a uno le dio cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad, y se marchó de su tierra. En seguida el que había recibido cinco talentos fue a negociar con ellos, recalificó suelos o invirtió en ladrillo o se hizo comisionista o se abrió una cuenta en suiza o tenía una fundación jugosa o en fin, lo que sea, y ganó otros cinco. El que había recibido dos, pidió una hipoteca y se compró un piso. Pero el que había recibido uno, para que no le volviera a pasar como en la parábola de hace dos mil años, lo llevó a los banqueros, que le hablaron de un negocio seguro llamado Preferentes. Y confió su talento a los banqueros y se fue muy satisfecho de sí mismo por lo mucho que había aprendido desde la parábola anterior y por lo contento que estaría su amo cuando volviera.

Después de mucho tiempo llega el amo de aquellos esclavos y revisa las cuentas con ellos. El que había recibido los cinco talentos se había largado con los diez. Su amo dijo 'Bien, esclavos buenos y fieles: vosotros, con vuestro poco, pagareis el mucho que robó el esclavo infiel. Entrad al pozo de vuestro amo.'  También el de los dos talentos se acercó y dijo: 'Señor, me entregaste dos talentos; pedí una hipoteca y compré un piso para venderlo por el doble, pero ahora vale la mitad. Le debo cuatro talentos al banquero.' Su amo le dijo: 'Bien, esclavo bueno y fiel: fuiste fiel en lo poco, le devolverás al banquero lo mucho. No temas, el banquero es amigo mío.; entra al pozo de tus amos.' También el que había recibido un talento se acercó y dijo: 'Señor, supe que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y juntas donde no esparciste; y, para que no me pasara como la otra vez, fui a llevar tu talento al banquero: me timaron y ahora no tengo nada.' Y su amo le respondió así: '¡Esclavo bueno y fiel! ¿Sabías que cosecho donde no siembro y junto de donde no esparcí? Soy un SuperAmo, un gigante burocrático. Unos términos bastante abstractos de macroeconomía. Soy un ciclo del capitalismo. Hiciste bien en entregar mi dinero a los banqueros, y en verdad te digo que recobraré lo mío con intereses porque ahora estáis en deuda conmigo y me debéis los diez talentos del esclavo infiel, más los intereses, los cuatro talentos de la hipoteca más los intereses y el talento más los intereses. Pues a todo el que tiene se le dará y andará sobrado; pero al que no tiene, aún lo que tiene se le quitará. Y si no pagáis vuestras deudas, os echaré a la oscuridad de afuera; allí estará el llanto y el rechinar de los dientes."

Mateo 25, 14-30/2.0.