miércoles, 13 de marzo de 2013

no lo olvido lo tengo presente sé que es así que las circunstancias no son nada lo que pasa es lo de menos lo de más es cómo te lo tomas


sé que la tristeza brota del mismo punto del cerebro que la alegría especialmente la alegría por nada y la tristeza por todo. que me conviene aprovechar los brotes de alegría porque cualquier día cualquier año de estos pueden volver las nubes y joderme la existencia por nada. por todo. el horror al despertar una mañana. como los días malos pero todos los días. también lo viví durante muchos años a veces me parecen demasiados a veces asumo que fueron los que fueron y punto. hubo un tiempo en que los días malos eran lo único que conocía y los destellos de alegría olían a simulacro. como las noches malas pero todas las noches dormirse agotada de llorar y pedir al cielo que no te despierte nunca más, que por favor por favor morir esa noche sin más y el cuidado que dicen que hay que tener con lo que se desea no lo es tanto porque yo estaría mil veces muerta y ya me ves. lo inconsolable era aterrador. la soledad fue horrible a veces, una entrenadora personal bastante cabrona pero aprendí mucho con ella y a esta altura del partido nos llevamos bien. siempre con ella antes que mal acompañada y siempre con ella antes que donde sospecho o siento que sobro o me sobran. yo no creía que al revés era posible. no pensé que me podía pasar a mí que los días buenos fueran más que los malos. no lo sé. a lo mejor es mejor. sobrevivir a mi infancia y a mi adolescencia es lo más difícil que he hecho en mi puta vida, y a partir de ahí todo está siendo más fácil. cualquier trabajo basura y cualquier dolor de muelas es más fácil de sobrellevar. no envidio a la gente que añora su infancia o su adolescencia porque consideran que entonces eran felices. pues vaya truño. lo difícil antes. lo que menos me gusta, me lo como primero. lo mejor lo dejo siempre para el final. ojalá fuera así, y lo peor ya habría pasado. ya fui la indeseada, la leprosa, la bruja, la repudiada de las niñas del barrio (seguís sin ajuntarme ¿verdad? eso espero)  la adolescente conflictiva cuyo único conflicto era que la dejaran autodestruirse en paz, ya fui vieja y desfigurada de pequeña y ya supe lo que es causar horror y que te miren con pena y eso yo ya lo sé. lo jodido es para los demás, enfrentarse a ser viejo y desfigurado cuando ya no haya vuelta atrás. no lo sé. yo ya fui vieja y desfigurada y todos mis días eran malos y ahora no, ahora todo es más fácil pero no se me olvida, por si acaso vuelve, que la tristeza brota del mismo punto del cerebro que la alegría.