domingo, 31 de marzo de 2013

Pasiones - Rosa Montero (y hallazgos colaterales)

"En el siglo XVII, en España, se le abrió expediente a un cura de Carmona, don Juan Agustín de la Barrera, por perseguir durante nada menos que dieciocho años a una monja de clausura, doña Catalina de Párraga. Según el sumario del caso, la familia de Catalina la había encerrado de por vida en la clausura sólo por querer casarse con Juan Agustín, una brutalidad muy común por entonces: si la niña era tan díscola como para empeñarse en amar a un pretendiente de inferior condición, el problema se resolvía metiéndola monja. Tanto quería Juan Agustin a su bella que, cuando la enterraron en el convento, él también renunció al mundo y se hizo cura. Pero no se resignó a perder a su amada.

Al principio Catalina y Juan Agustín se veían a través de las rejas del coro, en el trono y en el locutorio, pero la pasión verbal que demostraban era tal que a la pobre Catalina le prohibieron acceder a esos lugares. Entonces empezaron a hablarse a la hora de la siesta, "por unas ventanas del dormitorio alto (...) y muchas veces estaba la susodicha en las ventanas y él desde la torre de la iglesia mayor, que está cercana (...) y se hacían señas con tal desorden que seglares y religiosas se escandalizaban." Las monjas cerraron con llave la puerta del dormitorio para impedirle el paso a Catalina, pero entonces los amantes abrieron un agujero en una pared que daba a una calleja y se comunicaban a través del boquete "a deshoras de la noche". Descubierto el hueco, las monjas lo tapiaron; ante lo cual Catalina empezó a descolgarse, de madrugada, desde una ventana alta que daba a un patio, y allí, a través de un caño, hablaba con su amado. También esa ventana fue provista de reja y el caño cegado; pero, temerosas las monjas de una nueva añazaga, denunciaron al cura, que fue expedientado, y por último desterrado de la ciudad, acabando así con esta historia cruel."

me acabo de leer Pasiones, de Rosa Montero. y lo recomiendo mucho. entre un montón de historias de amor y desamor interesantes, intensas, trágicas, felices, apasionadas, despechadas, desgarradas, traicionadas, me encantó esta historia de la monja forzosa. Rosa Montero cita la fuente por la que conoció esta historia: un texto de María Luisa Candau Chacón, llamado 'La monja de clausura' publicado en Historia 16, en 1997. 

y aquí los hallazgos colaterales: he ido a google, ese sabio, porque quería saber más acerca de Catalina y Juan Agustín. al teclear sus nombres, han aparecido dos libros en google books. 



uno es, como era de esperar, el de Rosa Montero. publicado, por cierto, en 1999. el otro es de Ana Blesa, publicado en 2006 en Argentina; que casualmente, es una casualidad muy grande, contiene párrafos idénticos aquí y allá del libro de Rosa Montero. párrafos y párrafos. cambiando el orden, cambiando alguna palabra o tal cual, idénticos. la vista previa de google books no me permite ver si en la bibliografía está citado el libro de Rosa Montero (espero que, al menos, lo esté) pero en cualquier caso las cosas que se transcriben literalmente y esto es así y lo sabe hasta el juntaletras más inexperto, deben ir entre comillas.
bueno, tal vez si cambias una frase, o determinadas palabras, para hacerlo encajar en tu texto, te puedas escudar en ese rollo de la intertextualidad, pero una cosa es una cosa, y dos son dos. 

si vas a decir exactamente lo que otro ha dicho, cítalo como es debido, que no eres menos ni quedas mal ni quedas de inculta. demuestra que te has informado sobre un tema y que reconoces la labor que hicieron otros antes que tú y la difundes también, junto con la tuya. digo yo.

una prueba, sólo una, de lo que digo: un fragmento de Pasiones, que he sacado de aquí 

"Claro que también hay alguna historia que, mirada de cerca, se descubre conmovedoramente bella. Como la relación de Mark Twain con su esposa Olivia, con la que vivió treinta y tres años. A la muerte de ella, Twain escribió en su memoria un tierno y divertido librito, titulado Diario de Adán y Eva, que trata sobre la primera pareja de la Creación. La obra termina con unas palabras dichas por Adán que Twain inscribió en la tumba de Olivia: “Allá donde Eva estuviese, era el Paraíso”.

Pero me parece que esta historia de Mark Twain y de Olivia es justamente lo contrario de la pasión amorosa. Porque es una relación auténtica entre dos personas, una convivencia construida con trabajoso esfuerzo día tras día y sin duda plagada de altibajos y de carencias, con momentos de desdén y aburrimiento, como siempre sucede en lo real."

y esto es un pantallazo de la vista previa de google books, en el libro de Ana Blesa, llamado Intimidad y sexo en 10 y 1. este párrafo está entre dos párrafos igualmente idénticos a otros del libro de Rosa, aunque les ha cambiado el orden. gran parte de ese capítulo en el libro de Ana Blesa es un popurrí de párrafos extraídos textualemente del libro de Rosa Montero en diferente orden.



eso sí, no se puede acceder al libro completo porque, ironías de estas cosas, está 'protegido por derechos de autor'. así que no es posible consultar la bibliografía para calibrar el grado de dureza de la cara de Ana Blesa.

y ya está.

la historia de Juan Agustín y Catalina es una pasada. el libro de Rosa Montero es un manjar. 

y a Ana Blesa le dedico esta escena, entre 0.42 y 3.02.