lunes, 22 de abril de 2013

mudanza- gatunos callejeros


cosas que voy a echar de menos: el acoso y derribo de mis queridos gatos callejeros cuando me dicen miaumiaumiaumiau

mamá gata callejera me espera, maúlla cuando llego y cuando me voy, se pone de patitas contra el portal para hacerme chantaje emocional y por fin, después de tres años, me permite acariciar un poquito su cabeza cuando les pongo comida. 

los gatos que tuvo el pasado otoño ya son grandes. ese gris que se ve es uno de ellos. también hay dos negros que se llaman mediacola y colatorcida. colatorcida es la que más se acerca a mí. es gata. sólo conocían el frío, porque nacieron tarde. ahora acaban de descubrir la felicidad, es decir, estar tirados debajo de los arbustos, en solisombra, al calorcito de la tarde.

vendré por aquí. porque la confianza de los gatos callejeros es muy, muy difícil de conseguir y no se debe traicionar. y porque todo barrio que se precie tiene una loca de los gatos.