martes, 16 de abril de 2013

pequeños alicientes

la verdad es que los trajeados, así por norma general, me espantan.
pero ayer, entre todo el mogollón de gente que venía a acreditarse para un evento, de pronto apareció una réplica exacta del maromo Lannister, seguramente el mejor maromo de todo Juego de Tronos (y que me perdone Khal Drogo)

soy una azafata jodidamente profesional. jodidamente profesional, repito. si me faltara una pizca, sólo una pizca de profesionalidad, uh. estoy hablando, para que os hagáis a la idea, de una recepción llena de trajeados grimosos, y entonces se acerca este ejemplar


y es de los que sonríe y de los que mira a los ojos. trabajo en un sitio donde eso es mucho decir. 

-Buenas tardes, vengo al auditorio ¿es por aquí?
-Buenas tardes, ¿y tú de dónde sales, maromo? sí, es aquí, y si no lo fuera te mentiría. ¿Su nombre, por favor?
-García Robledo...
-¿Y el nombre de pila? Es que el listado viene por nombre, no por apellido...
-Ah, sí... pues...Kiko
-¿Kiko?
-Sí
-¿Con K, verdad?
-Eso es. Kiko con K. 
-Pues...no viene nadie por la K...
-Vale, entonces...ejem...vendrá por...Luis Fernando...con L, jaja.
-Vaya vaya vaya... sonrío. sonríe. una fracción de segundo de entendimiento. Sí, aquí está. Gracias, puede pasar y te guardo el secreto, Kiko.