martes, 12 de noviembre de 2013

nocturnidades

en realidad mi jornada a tiempo completo es la batalla dentro de mí.
un eterno coñazo. como docenas de nudos en las entrañas que intento deshacer mientras otros vuelven a enredarse. 
ya llevo más de medio año en esta casa nueva. aún no hay nada en las paredes más que el cuadro que colgué el primer día. podría llamarse 'cabra con rosa en la boca' pero yo lo titulé 'el amor'. lo pintó Marcelo cuando estábamos juntos, hace años. no le gustó cómo quedó. iba a pintar cualquier otra cosa encima pero yo lo defendí y me lo quedé. y me encanta ese cuadro, no me canso de mirarlo. y no es más que una cabra con una rosa en la boca, pero para mí es el amor. 
y por lo demás, las paredes siguen intactas. resulta que me gusta mirarlas. tan perfectas, impolutas, prometedoras. podría poner cualquier cosa pero una vez que ponga algo estará ese algo y luego no podré parar y lo llenaré todo. me conozco. 
llevo más de medio año en esta casa y hago la cama todos los días y no tengo ropa tirada por ahí y paso el aspirador y me gusta verlo todo limpio, ordenado, e intento ordenar mi cabeza 
y le susurro a la gata antes de irme al trabajo 
'vamos a ser libres, gata'
y hay movimientos extraños y rumores y algo pasará en el trabajo seré yo, seremos más, seremos todas, a quién van a despedir, cuándo, o será que no, pero y si es que sí qué haremos, tú que harás
pues tenía hecha una lista,
yo iba a comerme el mundo, allá por mayo 
y luego nos dejaron aquí 
y dije bueno puedo esperar un poco más,
y ahora no sé, he retomado la lista de cosas 
y algunas sobran y hay otras nuevas y me pregunto
si esta vez ya
si esta vez ya sí
y practico buenos hábitos y disciplina
hago la cama y mi casa está ordenada
y así intento, por conductismo puro y duro,
intento que mi cabeza esté ordenada
los pasos a seguir
las cosas que hacer
y hasta hago cuentas
y practico las cosas del hemisferio izquierdo
algo me dice que voy a necesitar
los dos hemisferios para sobrevivir