martes, 11 de febrero de 2014

mi coño es mío

¿puede parecer obvio? no tanto, queridos telespectadores.
esta tarde se vota en el congreso si sale adelante o no el anteproyecto de la reforma de la ley del aborto que ha impulsado Gallardón. 

realmente, no sé por qué tienen que votar esto los diputados. de verdad, me parece una decisión de un nivel básico. algo que regula los ovarios de todas las españolas deberían votarlo todas las españolas. que para eso somos mayores de edad. ¿o no? 

no me gusta, me disgusta, me repugna, me repulsa, me cabrea, me indigna, que alguien imponga su conciencia a los demás. que el aborto sea legal no supone obligar a nadie a hacerlo. que el aborto sea ilegal supone obligar a alguien a ser madre. aunque para qué vamos a engañarnos: en este siglo, prohibir el aborto sólo supone privatizarlo. tener que coger un avión y abortar en tierra extraña previo desembolso, si es que puedes pagarlo. si no, supongo que se volverá al perejil, la onagra, los ganchos de las perchas. 

esto lo escuché en algún lado: "En tiempos de baja natalidad, no se regula la vasectomía. Sólo se legisla sobre el cuerpo de la mujer". 

si antes simplemente no me planteaba ser madre, ahora pensarlo me da pánico. gracias, legisladores. como pueden ver ahora siento mucha menos violencia estructural en torno a mi coño y mis ovarios. 

esto tal vez os molestará, gallardones del mundo, pero os aseguro que yo decido lo que entra y lo que sale de él: mi coño es mío y está de acuerdo en esto que os estoy diciendo. mi coño y yo os prometemos que si llegamos a parir una criatura, será un ser humano libre y no un esclavito de mierda para vuestro sistema de mierda, que es lo que os gustaría. si alguna vez llego a ser madre, ojalá que sea capaz de parir a uno (o una!!) que os joda y os dé mucha mucha guerra.