martes, 29 de enero de 2013

poligénesis lingüística

Una tiene un chispazo cualquiera, por el ejemplo el que resulta de un cortocircuito entre onicófago y onírico. Para alguien que se muerde las uñas y sueña más despierta que dormida, no está nada fuera de lugar. Una casi tiene la tentación de pensar que ha inventado una palabra. 

Pero Google me chiva que no soy la primera en usarla. Parece que sí podría ser la segunda.

1.-Usado por primera vez en 2010 por María José Rubiera en su historia Los antroponíricos donde los define así:

"Reciben esta acepción porque se alimentan de sueños ajenos; escogen deliberadamente a sus presas y de forma lenta y cruel devoran sus ilusiones. Al igual que parásitos, succionan todo lo que hay de hermoso en su víctima: esperanzas, alegrías, emociones y todo lo que resulta imprescindible para sentirse vivo. Son taimados, maestros en argucias; esgrimen sus armas hasta conseguir que a su presa sólo le quede el vacío, la nada, la desolación sin límites, la muerte en vida..."

Bueno, vaya tela. Yo no lo había pensado así, la verdad. Yo sólo había escrito:





Pero yo no lo pensaba de mal rollo. Lo mío era de buen rollo. Así que me veo en la obligación de matizar/ampliar el significado de esta nueva y emocionante palabra

2.-Usado en 2013 por Valeria chaos, con otra acepción:

"Subgrupo minoritario de los autótrofos. Cualquier ser que se alimenta de sus propios sueños, obteniendo de ellos los nutrientes anímicos que necesita para seguir vivo."