hará exactamente cinco años que pasé la primera noche en esta casa.
yo sola, y usé una silla como mesita de noche.
y era una casa todavía ajena, todavía extraña.
esta noche estoy sola también, y puede que hoy haga cinco años.
cuando vine a vivir aquí trabajaba de azafata en la misma empresa donde trabajo ahora.
solo que en otro edificio de esa empresa, en un puesto peor ubicado, con peor horario y peor sueldo.
y si ahora -casi dos carreras y muchos trabajos después- trabajo de azafata en la misma empresa, por mucho que sea un puesto mucho mejor -menos horas, mejor horario, más dinero, más compañeras, que antes pasaba la jornada sola- entonces creo que avanzo en espiral.
pero avanzo
no, no estoy tan sola. están aquí mi gata y mi familia de lagartos.
no me olvido de mi compañera humana, iris, y de la tercera compañera que estamos buscando tras la marcha de Alba. de momento sin resultado aunque eso tiene que cambiar.
he tenido once compis de piso aquí, que acabo de hacer cuentas.
y sigo aquí, eje de mi espiral.