la compré cuando empezaba a salir con un novio que tuve. estábamos en un bar y mientras el pedía algo de beber, un hombre africano se acercó a mí enseñándome las pulseras que vendía. 'están hechas de cuerno' me dijo.
y me la compré. cuando volvió mi chico, se la enseñé, le expliqué que era de cuerno y añadí 'así que con los cuernos que me pongas, me haré esto: pulseras'.
contestó 'qué tonta eres, yo nunca te voy a engañar'
'sí que lo harás. y yo me haré pulseras'.
cuando ocurrió, mucho tiempo después, me puse la pulsera y se lo recordé.
'no pasa nada. no hagas dramas. ya te dije que con tus cuernos, yo me haría pulseras.'
esta pulsera es mi escudo. la que me recuerda que casi todas las historias se acaban. la que me da fuerza porque no me dice 'ya te lo dije' sino 'ya lo sabías, tú lo sabías'.
por eso sólo la uso cuando estoy mal. me reconforta cuando necesito fuerzas. ánimos.
ella me recuerda que yo soy más fuerte que yo.