Sócrates nunca escribió nada. Estos griegos antiguos eran más de conversar. Él conversaba y luego Platón escribió los diálogos que había tenido su maestro o con su maestro.
Y esos diálogos escritos son lo que nos llega como obras escritas. Ecos de conversaciones.
Así que perfectamente podría haber dos hikikomoris en algún lugar, conversando en el messenger y que esas conversaciones sean manuales de la filosofía del futuro.
No escriben nada, quiero decir que no escriben manuales de filosofía, sólo charlan por el messenger. No se conocen más que a través de una pantalla de ordenador. Así captan lo sublime de la esencia del otro.
¿Inadaptados sociales? Bueno, tal vez. Pero si la sociedad es una mierda, no es ninguna deshonra ser un inadaptado.
Un día la sociedad suicidará al hikikomori maestro que se hará el harakiri con la fuerza justa, para dejarse un hilo de vida que le permita colgar el video en youtube mientras exhala el último aliento.
Y su discípulo rescatará esas maravillosas conversaciones por messenger, las colgará en un blog y habrá nacido una Nueva Era Filosófica, que dará que hablar otros veinticinco siglos (siglo arriba, siglo abajo)