se me olvidaba que anoche puse un fragmentito (que me pone los pelos de punta) de esta magnífica obra de Antonio Buero Vallejo en Trentavuit, el blog en el que colaboro de vez en cuando (y que recomiendo, nos vamos haciendo con un índice de autores bastante jugoso).
porque todavía tengo el corazón en un puño. no se me va.
para algunos porque era un rojo y para otros porque era un vendido al sistema, Buero Vallejo no tiene todo el reconocimiento que merece.
hijo de mi misma tierra, aunque eso no signifique nada. pero me alegra saber que mi tierra da frutos. austeros, humildes, discretos y pardos, mezclados con el polvo del camino. venas llenas de tierra castellana. otro muerto al que amar. otro que estuvo a tortas con la vida. ninguneado, criticado y despreciado demasiadas veces, el tiempo le dio la razón.
la historia oficial miente. siempre lo hará. la cuentan los ganadores para gloria de sus pueblos. transmitir esto en plena dictadura franquista no era fácil.
pero al final cuentas la Odisea y la gente entiende que les estás contando su presente.
todas las historias son la misma historia.