sabes que has alcanzado la madurez en tu trabajo de azafata, sabes que eres la hostia de profesional, entiendes que en ese momento deberían haberte expedido el diploma de fin de estudios azafatiles con matrícula de honor en saber estar cuando una mañana cualquiera llega el primer ponente de un congreso de directivos y tienes que acreditarle:
-Buenos días, ¿viene al encuentro de directivos?
-Buenos días, sí, soy uno de los ponentes.
-Muy bien, ¿me dice su nombre, si es tan amable?
-Pollazo, Manuel Pollazo: pé-o-ele-ele-a-zeta-o- dice con la naturalidad del que lo ha deletreado muchas veces.
-Muchas gracias, puede pasar al auditorio.