Frente a mí están sentados dos hombres con aspecto desaliñado y evidentes signos de drogarse mucho y a menudo. Aunque asumo que es muy posible que aparenten más edad de la que tienen, creo que andan en algún punto entre los cuarenta y los cincuenta años. Uno es rubio de ojos claros, el otro es moreno de ojos oscuros. Son más o menos de la misma estatura y complexión. Todo esto les da un aire a 'la posible evolución yonki de Zipi y Zape'. Parecen ligeramente adormilados. El rubio tiene una apacible sonrisa permanente.
Al poco se empieza a escuchar una retahíla, recitada con tono lastimero y acento rumano por una mujer mayor vestida de negro que agita un vaso de cartón de McTrollands para hacer sonar las monedas que contiene:
-...por favoooooooree, senioriiiiiiiina, una monedina por favooooooore, por comiiiiiiida, una monediiiina por favoooooore, senioriiiiiiiina...
Los dos la observan. Y al fin el moreno da un pequeño codazo a su compañero y le dice con una sonrisilla jocosa:
-Mira a la señora, pidiendo para comer. ¿No tienes una monedilla para darle?
-¿Yo?-el rubio sonríe, burlón- si yo tuviera dinero...-se queda pensativo un instante y su sonrisa abandona la burla- si yo tuviera dinero, sería pobre.
Zas. Chute para mí. Gracias, Zipi.