no lo sé, un poco de autocrítica tampoco estaría mal. si nos gobiernan mediocres y anteriormente nos gobernaban mediocres hay que deducir que representan a un pueblo mediocre. a veces creo que tenemos lo que nos merecemos. porque sí. porque nos hemos criado viendo como se machaca al que despunta. se lleva el martillazo el clavo que sobresale. desde pequeñitos. no he vivido en otros países, pero he conocido a gente de muchos sitios y dicen que eso no es así. que en Cuba, Argentina, Polonia, Bulgaria, y una larga lista de países, los niños que estudian mucho y sacan buenas notas son respetados e incluso son un modelo a seguir por los demás, sin rencores ni envidias. eso choca mucho en la mentalidad española. nos reservamos el derecho de hacer trampa, porque ser honrado aquí es casi sinónimo de ser gilipollas. y eso en la mentalidad de a pie. entonces qué. y quejarnos y quejarnos. crecí con eso y con el eterno discurso de que nuestro plan de estudio recién instaurado -la LOGSE- era una mierda y todos íbamos a salir tontos. a lo mejor querían eso. la mayoría de mis profesores eran profundamente mediocres y nunca se molestaron en enseñarnos el contenido extra que según ellos, llevaba el plan de estudios antiguo. quejarse y quejarse de lo incultos que íbamos a ser todos, con un afectado aire teñido de superioridad -yo sí que soy culto, no como vais a ser vosotros, pobres borregos-en lugar de enseñarnos. y en caso de enseñar, enseñar a obedecer. niño: permanece seis horas sentado en una sillita escuchando a un adulto mediocre y sufriendo sus métodos mediocres de enseñanza. no hables. no cuestiones. cállate. obedece, obedece, obedece a lo que te dicen. tú no tienes nada que opinar. crecerás en la obediencia y en la mediocridad o serás un marginado del sistema. sólo eres un puto niño y nosotros somos una panda de adultos mediocres con el martillo en la mano para aplastar al que sobresalga.