lunes, 21 de marzo de 2011

la mujer zurda

"De noche la mujer estaba sentada sola en el cuarto de estar y escuchaba música, una y otra vez el mismo disco: "The Lefthanded Woman"

Salía con otros de un
paso subterráneo.
Comía con otros en un autoservicio,
esperaba con otros en una lavandería,
pero una vez la vi sola delante de un puesto de periódicos.
Salía con otros de un gran inmueble de oficinas.
Empujaba con otros en un
puesto de mercado.
Estaba sentada con otros junto a un rectángulo de arena,
pero una vez la vi por la ventana
jugando al ajedrez sola.

Estaba tumbada con otros en el
césped de un parque.
Se reía con otros ante los
espejos curvos.
Gritaba con otros en unas montañas rusas.
Y luego sólo en mis sueños
la vi pasar sola.

Pero hoy en mi casa abierta:
el auricular colgado de pronto al revés
El lápiz a la izquierda del bloc
al lado la taza de té con el asa a la izquierda,
al lado la manzana mondada en sentido inverso
(no mondada del todo)
las cortinas abiertas hacia la izquierda
y las llaves de la casa en el bolsillo izquierdo
de la chaqueta.

¡Te has traicionado, zurda!
¿O es que querías hacerme un signo?

Tengo ganas de verte EN UN CONTINENTE EXTRAÑO.

Pues allí entre los demás
te veré sola por fin
y tú ME verás entre otros mil.
Y por fin iremos el uno al encuentro
del otro. "


Peter Handke, La mujer zurda.

tengo este libro pero no sé dónde está. de pronto quise volver a leer esa parte. no lo encontré en mi casa ni en internet y me fui a la biblioteca del barrio, a devolver unos libros -atrasados como siempre- y ya de paso a buscar La mujer zurda para copiarme este fragmento. lo tienen. me siento en una mesa, saco un par de hojas de papel tamaño A5 que llevo en el bolso para tal efecto y lo voy copiando.
y al acabar lo veo: un jardín de manchitas de tinta azul caóticamente plantado por mi puño a la izquierda de mis hojas de papel.


-y me siento vagamente en un bucle, levemente observada. como si no acabara de ser del todo de carne y hueso-