domingo, 13 de marzo de 2011
2.6. Conclusión: Significado actual del formalismo para una Crítica literaria globalizadora
"La insuficiencia de las propuestas estrictamente lingüístico-expresivas sobre la especificidad estética de la Literatura arranca en realidad (qué mal, esto de pasar la noche de sábado con G.B. muy chungo) de una acotación excesiva de lo lingüístico. La estructura material-expresiva del texto verbal, como la del cuadro, la escultura o el edificio, representa sólo la cristalización significante y sensible (me muerdo el labio porque no hay nada más que morder) de constituyentes artísticos más amplios y complejos. La estructura material del texto literario es el estímulo tangible de otras estructuras imaginativas (es la hora a la que empiezan a cantar los pájaros del parque que hay bajo mi casa) y emocionales en las que el hombre participa consciente e inconscientemente. En el poema confluyen impulsos voluntativos (no no no no) de naturaleza sentimental, junto a ritmos antropológicos esenciales (a lo mejor el problema es que me muevo entre demasiados niveles de realidad) de orientación imaginaria espacio-temporal: en su conjunto, la sensibilización simbólica y mítica de experiencias desde (y esta nubecilla sobre mi cabeza) las que se alza y constituye la dimensión universal del hombre en su comunicación con el cosmos. Privar a la poesía, a la obra de arte sublime, de sus dimensiones psicológicas, reduciéndola (no aprendes niña estúpida)a la inmanencia artificiosa de su escueta representación verbal, es amputarla irremediablemente. (yo me amputo tú te amputas él se amputa)"