viernes, 10 de agosto de 2012

poesía contra los recortes - V - Edificio España


foto: urbanity.es

Había una vez un gran edificio construido en la posguerra, en tiempos de un dictador acarismático que contra todo pronóstico gobernó durante cuarenta largos años a un país empobrecido.

Este edificio gigante, de cimientos sólidos y muros robustos, tenía en su interior un bullicioso batiburrillo compuesto por un enorme hotel, muchísimas viviendas alquiladas y locales comerciales de todo tipo y condición.

Todo iba bien hasta 2005, que fue el año en que la inmobiliaria y propietaria decidió venderlo al Banco Santander, que proyectó una remodelación completa para que tanto el hotel como las viviendas de su interior fueran de lujo.

Se desalojó el hotel, las viviendas, las tiendas.

Los arquitectos acudieron, planos en mano, a revisar las distribuciones y los proyectos de reforma.

Encontraron, muy en la línea del caracter patrio, que cada cual había hecho con su espacio lo que le había dado la gana. Tabiques donde no los había, una casa donde había tres, o tres donde se suponía que había una. Un descontrol generalizado que ahora se iba a arreglar.

Entonces estalló la burbuja. Y el banco empezó a dudar: reformarlo todo para dejarlo convertido en edificio de lujo era muy arriesgado ahora que el mercado era incierto y no se podía asegurar que las viviendas se vendieran y que el hotel se llenara.

Decidieron empezar por remodelar la fachada. Lo de fuera. Lo que se ve. Cubrieron el edificio de andamios y tapiaron las puertas. Pusieron vigilantes de seguridad para evitar que nadie entrara. Planearon que en 2009 estaría todo listo y el edificio volvería a funcionar.

Pasan los años: la crisis -la estafa- no termina y el edificio sigue ahí, atrapado en medio de una telaraña de compraventa, en una zona privilegiada, en el corazón de la Gran Vía, mastodonte resistente, racional por fuera y caótico por dentro, armadura hueca. Permanece vacío, cerrado y desperdiciado.

Y su silencio cuenta, impotente y desolado, la misma historia que el país que le da nombre.