puedes ser comprensivo, escuchar, entender, empatizar e intentar ayudar ante las dificultades y las desgracias de las personas. pero si detectas el síndrome del mártir, HUYE.
el síndrome del mártir va más allá de quejarse y quejarse sin poner solución: eso es simplemente un quejica. un auténtico mártir con frecuencia hace las cosas para poder quejarse después y que todos le digan lo sufrido que es, lo mucho que se esfuerza en los demás y qué mal se portan con él/ella a cambio. no puedes ofrecer ayuda a un mártir: la rechazará para poder hacer aquello que quiere hacer, y que es necesario para poder quejarse de que lo ha tenido que hacer solo/a.
da igual que sea una amistad, un amor, alguien de tu familia. tu propia madre. HUYE. HUYE. HUYE.