Si en algo tengo experiencia en es trabajos inestables y precarios. Trabajo en lo que va saliendo mientras estudio.
Lo importante es:
-Mantener el equilibrio, de manera que sea más o menos mitad y mitad. Si trabajas muchas horas, estudiar supone una putada; y si te cargas con muchas asignaturas, cuando te llamen para trabajar tendrás que faltar demasiado a clase, o dejar asignaturas de lado, o de nuevo, estudiar supondrá un gran esfuerzo.
-Lo ideal es buscar un trabajo precario que permita estudiar a ratos: recepcionista en según qué sitios, azafata en según qué sitios, roperos de discotecas (si no tienes problemas para concentrarte con ruidos) porterías, etc.
-Como no siempre se tiene esa suerte, al menos hay que intentar dar con curros que no sobrecarguen la mente. Así sales fresco del trabajo y puedes pensar en otra cosa. Teleoperadora es MUY POCO recomendable. Trabajos en los que salgas de muy mala ostia, no sirven para llegar a casa y ponerse a estudiar.
-Dar clases particulares, vender artesanías en tiendas de conocidos o del barrio(hay que aprender a hacerlo, pero es entretenido si eres mañosa) vender comida/bebida en fiestas universitarias, tocar en el metro, participar en estudios de mercado y todo ello combinado. Éstos son pilares básicos para una sólida autogestión sumergida y pueden liberarte de muchas horas de trabajo puteante, sin los riesgos de las actividades delictivas, como ponerse a trapichear, o el estigma social de prostituirse. Por lo demás, se reduce a la misma cuestión: ganarse las habichuelas. La desventaja de este libertario sistema, claro, es que no cotizas. Ni para lo bueno ni para lo malo. A cambio tienes dinero contante y sonante, y no un puto cheque que tienes que ir a buscar al quinto ojete, al mes y medio de haber realizado el trabajo.