que alguna vez tenía ganas de nombrarle aquí pero nunca supe qué nombre ponerle.
es que poner nombre es acotar, delimitar, definir. y no puedo ponerle otro nombre que no sea el suyo. después de pensarlo muchas veces no he encontrado nombre para él, al que siempre me referí como él. y al fin y al cabo no mentía; él es él.
tal vez no haya otra forma de llamarle. la más indefinida. pero es que no creo que nunca pueda definirle.
así que desisto -así que insisto- él es él.