martes, 16 de noviembre de 2010

lecciones de estética - II

II. verano de 1994

un señor no puede reprimir un gritito de horror al cruzarse conmigo saliendo del hospital.

cuando llegamos a casa quitan todos los espejos.

menos uno que no se puede quitar porque forma parte de un mueble y está alto. hablan de taparlo a la mañana siguiente.

me levanto de madrugada, me subo en una silla y me miro.

vuelvo a la cama y no lloro.