sábado, 2 de abril de 2011
pesadillas II
por alguna incomprensible razón que abraza la misma lógica que dejar de producir mi perfume favorito, también han dejado de hacer la mayoría del merchandising de Emily the Strange; personaje de cómic que mola taaaaanto.
durante años conseguí hacerme con varias cosas (encargando a EEUU, en España ni las comercializaban) como son: una baraja de póker de Emily, que es total; un set de post-its con dibujitos de Emily y de sus gatos, una billetera-minibolso espectacular, una taza en la que sale Emily bebiendo de una taza -cuando pones algo caliente en la taza, de la taza dibujada en la taza sale vaho, es genial- y el diario de pesadillas.
el diario de pesadillas es brutal: tiene las hojas negras, con varios dibujos diferentes y viene con un boli que escribe en color plata. numeré las hojas empezando por el final y escribo en él de vez en cuando sin ningún tipo de orden y sin poner fecha.
de ahí extraigo una pesadilla sin fecha (pág. 57 empezando por el final):
"cruzaba el fango y lugares malolientes, un montón de sitios absurdos y más o menos medio maldito infierno. al fin encontraba una casa con 27 cuartos de baño y todos estaban sucios y todos estaban ocupados. bajaba al sótano, pero no era un sótano, sino un río de agua podrida y asquerosa. en la otra orilla estaba él: mi amante, lo único hermoso de todo el maldito sueño. yo estaba como loca por cruzar pero no veía por dónde. le gritaba: "¡no te preocupes! ¡encontraré la manera de cruzar!" y el desgraciado, cabrón, hijo de perra, me decía: "¿Quién eres? No me acuerdo de tu nombre"