miércoles, 24 de julio de 2013

los martes siempre me han parecido los días más cansinos de la semana

por lo general  (exceptuando aquel año que podríamos denominar el Año de los Martes Locos en la Casita de Colores, pero esa es otra historia) se me hacían lentos, densos y pesados.

pero desde hace unos meses,

me he reconciliado con los martes.

ahora también hago polesía

cuando no había empezado a hacer pole dance, esta era una de las figuras que más bellas me parecían. las hay mucho más difíciles, mucho mucho más, aunque yo no lo sabía antes de empezar. lo veía todo jodido por igual. y pensaba que si algún día era capaz de hacer  por ejemplo esto, el gemini agarrado, que me gustaba tanto y parecía tan difícil y tan de circo, entonces habría hecho algo. un poquito. habría llegado a algún sitio. 

(y sí, un poquito. ya estoy en intermedio. la profe hace rato que dice que lo estamos, unas cuantas chicas que hemos formado un comando genial y que intentamos ir a clase juntas los martes. no lo creíamos mucho. pero ya sí, ya creo que podemos asumir que no somos principiantes. ahora las principiantes nos miran igual que nosotras mirábamos al principio a las que llevaban más tiempo. con los ojos como platos y preguntando ¿podré hacer yo eso algún día? y les decimos lo que nos decían a nosotras cuando empezamos, porque es la verdad: sigue, dale duro, y lo harás antes de lo que piensas)

y dicho esto, me traigo algo entre manos con el pole dance para dejar de dar la brasa cada dos por tres a quien no tiene culpa. como hay muchas cosas que me apetece contar sobre este tema, estoy construyendo infraestructura para otro blog.
informaré!